Los himnos están llenos de cánticos que alaban a “Jesús.” Desde “En las afueras en un Pesebre” a “Jesús vendrá Otra Vez,” Los Cristianos cantan acerca de Yahushua. Cantan acerca de Su nacimiento, Su ministerio, Su sangre, Su muerte, y Su retorno. Muy pocas canciones son dedicadas al Padre, y aquellas que son, se enfocan en Su majestad, grandeza, e ira.
Este enfoque en Yahushua y Su indudable sacrificio propio oscurece el hecho muy a menudo pasado por alto de las Escrituras: la verdadera identidad de nuestro Salvador.
El Salvador de los pecadores no es ningún otro que el Mismo Yahuwah.
“Ustedes son Mis testigos,” dice Yahuwah,
“Y Mi sirviente a quien e elegido,
Para que me conozcan y crean en Mi,
Y entiendan que Yo Soy El.
Antes de Mi no había otro Dios formado,
Ni lo habrá después de Mi.
Yo, aun Yo, soy Yahuwah,
Y después de Mi no hay otro salvador.” (Isaias 43:10-11.)
El Dador de la Vida fue quien dio el plan de la redención. Ciertamente, Yahushua es merecedor de nuestro amor y gratitud, pero Satanás a ocultado el hecho de que el Mismo Yahuwah es nuestro gran Salvador. En vez que el amor lleve las almas a Yahuwah en reconocimiento de Su don, Satanás a llenado a su gente con temor al Padre y a dirigido toda esa alabanza adorada a Yahushua—reconocimiento que Yahushua siempre a dirigido hacia al Padre.
Un día, un rico joven-líder le pregunto a Yahushua, “Buen Maestro, que cosas buenas hacer para tener vida eterna?” Yahushua inmediatamente respondió: “Porque me llamas bueno? Nadie es bueno sino Uno, ese es, Yahuwah.” (Mateo 19:16-17.)
El trabajo de un salvador es de salvar! Atreves las Escrituras, Yahuwah levanto a muchos salvadores. De hecho, un tema recurrente atreves la historia sagrada es la de los Israelitas- apostatas, conquistados por los enemigos, una vez mas venerando a Yah, y Yahuwah levantando salvadores para liberarlos.
Pero fueron desobedientes
Y se rebelaron contra Ti,
Echaron Tu ley a sus espaldas,
Mataron a Tus profetas que los amonestaban
Para que se volvieran a Ti;
Y cometieron grandes blasfemias.
Entonces los entregaste en mano de sus enemigos
Que los oprimieron,
Pero en el tiempo de su angustia,
Clamaron a Ti,
Y Tú escuchaste desde el Cielo;
Y conforme a Tu gran compasión
les diste libertadores que los libraron de mano de sus opresores. (Nehemias 9:26-27, NKJV)
Los Israelitas ancianos estaban bien al tanto que Yahuwah era su definitivo Salvador, quien levanto deliberadores para Israel. “Yo Soy Yahuwah, y fuera de Mi no hay salvador.” (Isaias 43:11.)
Yahushua, como Josue antes de el, era un salvador, levantado por Yahuwah, para guiar al pueblo de Yahuwah a la Tierra Prometida. Un ángel le dijo a José: “Llamaras su nombre Yahushua, porque el salvara a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21, NKJV) El nombre “Yahushua” significa “ La salvación de Yahuwah.” Esto es lo que Yahushua es; el es, literalmente, la salvación deYahuwah.
Pero la misión de Yahushua era mucho mas entendida que meramente liberar a Israel de sus opresores los Romanos. Yahushua fue enviado para remediar al mundo de los pecadores!
Cuando Juan el Bautista nació, su padre, Zacarias, regocijo:
Bendito es Yahuwah, Dios de Israel,
Porque nos ha visitado y ha efectuado redención para Su pueblo
Y nos ha levantado un cuerno de salvación
En la casa de David Su siervo,
tal como lo anunció por boca de sus santos profetas
Desde los tiempos antiguos,
Salvación de nuestros enemigos
Y de la mano de todos quienes nos aborrecen,
Para mostrar misericordia a nuestros padres,
Y para recordar su santo pacto,
El juramento que hizo a nuestro padre Abrahan:
Concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
Le sirvamos sin temor
En santidad y justicia delante de El, todos nuestros días. (Lucas 1:68-75.)
El gran enemigo que jamas has tenido no es un vecino enojado, un pariente abusador (o pareja), o un país en guerra-traficante. Es Satanás, el enemigo de nuestras almas. Yahuwah previsto a Yahushua para salvarnos de los pecados. “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Yahuwah en El.” (2 Corintios 5:21.)
Esta justicia esta disponible a todo quien simplemente lo quiera aceptar por fe. Entonces, los méritos de la sangre de Yahushua cubre los pecados del creyente, mientras los méritos de su vida libre de pecados son acreditados en su cuenta!
Varios Israelitas en los días de Cristo esperaban que el Mesías salvara a Israel de sus enemigos políticos. Muy pocos alcanzaban la completa magnitud de Su misión. Uno de los pocos, sin embargo, Simeon.
Este hombre solo era un devoto, esperando en la Consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre el. Y se le fue revelado por el Espíritu Santo que el no vería la muerte antes de haber visto el Cristo de Yahuwah. Por lo tanto el vino por el Espíritu dentro del Templo. Y cuando los padres llevaron al Niño Yahushua, para hacerle de acuerdo a la costumbre de la ley, el le tomo en sus brazos alzados y bendición a Yahuwah diciendo:
“Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; la luz de revelación a todas las gentes, y gloria de Tu pueblo Israel.” (Lucas 2:25-32.)
Después de haber vivido una vida sin pecado, Yahushua murió en nuestro lugar. Yahuwah lo levanto al tercer día y lo exalto en reconocimiento y gratitud por su gran sacrificio. “A este Yahuwah exaltó a su diestra como Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento a Israel, y perdón de pecados.” (Hechos 5:31.) Así es como te ama Yahuwah!
Así como Yahuwah levanto salvadores en el pasado para liberar a Su pueblo de los enemigos terrenales, así El resucito a Yahushua para liberar a Su pueblo de sus pecados.
“Porque de tal manera amó Yahuwah al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Yahuwah no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.” (Juan 3:16-17.)
La oferta de la salvación aun esta disponible. Es gratis para todo que se vuelva a Yahuwah nuestro Salvador y acepte Su gran don por fe. Porque la “Salvación es de Yahuwah.” (Jonas 2:9.)
