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Armagedón: La Batalla por la Adoración

     La Batalla de Armagedón; como la Marca de la Bestia; ha sido objeto de incesantes especulaciones. La palabra [Armagedón] en sí misma evoca imágenes de destrucción, terror y absoluta devastación. Desde las novelas best-sellers llamadas Left Behind  [Dejado atrás], hasta interminables series de películas de Hollywood, la gente ha conjeturado y supuesto acerca de esta cósmica confrontación de los siglos. Tal como ha ocurrido con “la marca de la Bestia” todas estas teorías han errado, dejando de entender que el verdadero conflicto cósmico que se esparce a través de los milenios es siempre acerca de la Adoración. La Batalla de Armagedón no es más que la campaña final en la larga ofensiva que comenzó cuando Lucifer se jactó de que habría de sentarse en el Monte de la Congregación [Asamblea]. (Monte:  heb. Mo’edim).

     La misma palabra Armagedón revela la naturaleza de esta batalla. Es una palabra inusual, y se usa solamente en las Escrituras. Mientras que el Apocalipsis no fue escrito en Hebreo, la palabra es de hecho; una combinación de dos palabras Hebreas. La primera es har (Strong: #2022), la cual significa simplemente: Montaña. Los estudiosos están divididos en la combinación de la segunda palabra. Algunos creen que es la #4023: Megiddo; la cual es un lugar de Palestina. ¡El problema con esta interpretación es que cuando uno va a donde Meggido estuvo no hay ninguna montaña allí! De hecho, lo que hay allí es un valle: “El valle de Megiddo”.

     Otros estudiosos del tema creen que la segunda palabra es la #4150: mo’ed. Esta sería una opción más consistente. Armagedón: har mo’edim;  es el mismo Monte de la Asamblea el cual Lucifer ha clamado poseer, al proclamar que se “sentaría en el Monte de la Asamblea” para recibir toda la adoración. Este es el clímax de todo el conflicto que está siendo peleado, como siempre, en el campo de batalla de la Adoración.

     Inmediatamente después que la Ramera monta a la Bestia y es identificada como “Misterio; Babilonia la Grande”, un cuarto ángel aparece, repitiendo la advertencia del segundo ángel. Esta vez; la advertencia es dada poderosamente y con una fuerte voz:

     “Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder;  y la tierra fue alumbrada con su gloria.

     Y clamó con voz potente,  diciendo: ¡Ha caído,  ha caído la gran Babilonia,  y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo,  y albergue de toda ave inmunda y aborrecible!

     Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación;  y los reyes de la tierra han fornicado con ella,  y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

     Y oí otra voz del cielo,  que decía: Salid de ella,  pueblo mío,  para que no seáis partícipes de sus pecados,  ni recibáis parte de sus plagas.” Apocalipsis 18.1-4

     Al usar el calendario falsificado del dios escondido; “todas las naciones han bebido del vino  de Babilonia. Nadie se queda fuera de esta acusación. Sin embargo, la oferta de misericordia aún permanece y la invitación es dada a aquellos que Dios tiernamente llama “Pueblo mío”. El corazón de infinito amor desea que Su pueblo tenga un entendimiento claro de estos asuntos para que todo aquel que quiera, pueda escoger seguirlo a Él. La reforma calendarial que se necesita hoy es un verdadero retorno a la verdad, al Sistema de Tiempo bíblico. Una reforma al Sabbat [día de reposo] requiere una reforma al calendario.

     Es muy fácil para aquellos quienes han sido bendecidos con una gran luz espiritual hincharse, pensando que ellos han alcanzado TODA la verdad necesaria para la salvación. Sin embargo, Isaías 58 es enfático: “El pueblo de Dios está en error: “Clama a voz en cuello,  no te detengas;  alza tu voz como trompeta,  y anuncia a mi pueblo su rebelión,  y a la casa de Jacob su pecado.”

     ¡El Soberano del Universo está buscando a alguien que pueda mostrar a Su pueblo sus pecados! Es claro que esos que amantemente son llamados “Mi Pueblo” no creen que están haciendo nada mal, como lo explica el siguiente texto: “Que me buscan cada día,  y quieren saber mis caminos,  como gente que hubiese hecho justicia,  y que no hubiese dejado la ley de su Dios;  me piden justos juicios,  y quieren acercarse a Dios.”

     Sin embargo, a pesar de un aparente despliegue de observancias religiosas, algo está seriamente mal: Ellos han olvidado la Ordenanza de Su Maestro.

     La Ordenanza Olvidada es adorar a Dios, Yahuwah en Su verdadero Sabbat [día de reposo]. Esta es la señal de lealtad que ha sido abandonada. Muchos cristianos guardadores del domingo sinceramente creen que el Sabbat solo fue dado a los Israelitas. Aparte del hecho de que el Sabbat fue dado en la Creación, antes de que Israel fuese un pueblo, Pablo, el apóstol a los Gentiles, declaró puntualmente que todo el que acepte a Cristo, Yahushua son herederos de la Promesa, tal y como si fuesen descendientes de Abraham. Así, los requerimientos para heredar, la obediencia a los estatutos divinos, son los mismos para los Gentiles que para los Israelitas naturales.

     Como se ha mostrado, las apostasías repetidas de Israel se centraron generalmente alrededor de la adoración de Saturno, el dios escondido. El moderno Israel, tanto el espiritual como el natural, han continuado en esta misma apostasía; “ellos han transgredido las leyes, cambiaron la ordenanza, y han quebrantado el pacto eterno”. El Sabbat fue establecido por el Creador mismo, como una señal visible de lealtad a su Reino divino.

     De seguro guardaréis mis Sabbats, porque esta es una señal entre mí y vosotros, a través de todas vuestras generaciones; para que sepáis que yo soy el Señor que te santifica. Guardaréis mis Sabbats, por lo tanto, porque es santo para ti. Cualquiera que lo profane de seguro morirá; cualquiera que haga labor en él, será cortado de entre su pueblo.

     Seis días se trabajará,  más el día séptimo es día de reposo consagrado a Yahuwah;  cualquiera que trabaje en el día de reposo,  ciertamente morirá.

     Guardarán,  pues,  el día de reposo los hijos de Israel,  celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

     Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel;  porque en seis días hizo Yahuwah los cielos y la tierra,  y en el séptimo día cesó y reposó.

     Cuando la Divina Ordenanza es olvidada, ritos religiosos se convierten en simples formas las cuales están faltos de toda bendición espiritual. En Isaías 58, la gente demanda, “¿Por qué,  dicen,  ayunamos,  y no hiciste caso;  humillamos nuestras almas,  y no te diste por entendido?  He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto,  y oprimís a todos vuestros trabajadores.

     Cuando su experiencia religiosa se muere, maldicen a Dios, preguntando acusatoriamente; “¿qué pasa Dios? ¿Cómo es que tú no has estado poniéndonos atención en nuestra adoración? ¿Acaso no has notado todo lo que hemos estado haciendo para adorarte? Ahora ¿dónde están todas las bendiciones que has prometido?

     El Padre responde que lo que él está buscando es una adoración desde el corazón, en la cual entonces el traerá la recompensa que la gente está buscando. En el corazón de todo, sin embargo, está el regreso a la verdadera adoración, al restaurar la ordenanza que ha sido olvidada: restaurar la adoración en el verdadero Sabbat del 7mo día, por el genuino calendario de la Biblia. Es la última generación la que ha sido llamada para restaurar el Sabbat a su verdadero lugar, parándose frente al mundo y compartiendo esta preciosa verdad. “Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas;  los cimientos de generación y generación levantarás,  y serás llamado reparador de portillos,  restaurador de calzadas para habitar.”

     Este es un privilegio dado a la última generación: La oportunidad de honrar a Su Creador restaurando el calendario verdadero en el mundo, solo en este calendario el verdadero Sabbat puede ser encontrado. Lo que sigue inmediatamente es una de las promesas más preciosas en toda la Escritura, basada en la condición de la obediencia:

     Si retrajeres del día de reposo, el Sabbat tu pie,  de hacer tu voluntad en Mi día santo,  y lo llamares delicia,  santo,  glorioso de Yahuwah;  y lo venerares,  no andando en tus propios caminos,  ni buscando tu voluntad,  ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Yahuwah;  y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra,  y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre;  porque la boca de Yahuwah lo ha hablado. Isa 58.13-14

     Si una persona rinde su voluntad a Su Voluntad, guarda el verdadero Sabbat de 7mo día santo, y así honra a su Hacedor, será alimentada con la heredad de Jacob. Nada podría ser tan inspirador, y apropiada promesa para aquellos quienes han pasado sus vidas ignorantemente dirigiendo su adoración al dios escondido [Saturno-Lucifer]. El nombre Jacob significa “Suplantador”, un nombre ajustado para un hombre que recibió su primogenitura haciéndose pasar por su hermano en la ceguera de su padre. La palabra suplantar significa: “tomar el lugar de algo, sustituir, especialmente a través de la fuerza, intriga o traición, para remover o desarraigar en función de reemplazar con algo más.

     Es en la casa de Jacob donde se recibe el llamado al conocimiento de sus transgresiones. El verdadero Sabbat es una señal de que el gran Creador santifica a su pueblo. No es posible ser santificado en un día falso de adoración. Por tanto, el dios escondido, se ha apropiado en estos días de adoración, suplantando el verdadero Sabbat de 7mo día. Todos los que han adorado por un calendario falsificado han, ignorante o conscientemente, cooperado con el dios escondido siendo ellos mismos suplantadores. Esta profecía de Isaías fue dada siglos después que Jacob recibiera su divina herencia: un nuevo nombre, simbolismo del perdón, y carácter purificado. El hecho de que su viejo nombre sea utilizado en este contexto es significante, porque contiene una promesa para los modernos suplantadores.

     Cuando Jacob regresó a Canaán, después de haber pasado dos décadas con su tío, él supo que Esaú venía hacia él con un pequeño ejército, indudablemente debido en venganza por el robo de la bendición de la primogenitura años antes. Fue el clímax de la vida de Jacob. Después de enviar a su familia y a los animales por la rivera Jabbok, “Así se quedó Jacob solo;  y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.” Gen 32.24 Ninguno de los dos hombres ganó, y mientras el día despuntaba, Jacob se dio cuenta de que había estado luchando con el Ángel del pacto.

     Cuando se dio cuenta de con quién él había estado luchando, le rogó una bendición. “Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre?  Y él respondió: Jacob.

     Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob,  sino Israel;  porque has luchado con  Yahuwah y con los hombres,  y has vencido. Gen 32.27-28.

     El nombre “suplantador” fue cambiado de uno que sería un recordatorio constante de su pecado, a otro nuevo, que indicaría a su nuevo y transformado carácter. “Israel” significa “un príncipe de Yahuwah”.

     Este es el honor ofrecido a todo aquel que abandone la adoración al “dios escondido” que ha suplantado la adoración al Creador. La palabra “ángel” simplemente significa “mensajero”. Todo aquel que escuche el mensaje de advertencia acerca del calendario Bíblico, lucha con Dios diciendo: ¿Es esto verdad? ¿Cómo puede ser? ¡Yo no quiero ser desviado del bien! ¿Y qué tal si…?” finalmente, en rendición de la voluntad deberíamos decir al Eterno, “no la mía, sino que sea hecha tu voluntad.” Estos conquistarán como lo hizo Jacob. Y como Jacob, ellos son perdonados, son contados como príncipes y princesas, hijos e hijas del Rey de reyes.

     El llamado a salir de Babilonia se está haciendo a todo el mundo hoy. Cada área de la vida es afectada: empleos, escuelas, iglesia y relaciones familiares, etc… Porque el mundo entero está inmerso en el sistema babilónico moderno de cálculo de tiempo [calendario gregoriano] y sistema de adoración, es por esto que todos deberían desear estar fuera, es decir, fuera de la “maternidad” de Babilonia moderna. No hay institución religiosa en la cual nos podamos refugiar una vez salidos de la contaminación.

     Yahushua dijo; “mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen” [Juan 10.27]. Mientras la verdad del Sabbat de 7mo día y el genuino calendario Bíblico se esparce, todos los que verdaderamente desean honrar a su Creador están escuchando el llamado. “tengo otras ovejas, las cuales no son de este redil, también debo traerlas, y ellas oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.” [Juan 10.16]. Romanos Católicos, Musulmanes, Judíos, guardadores del domingo y del sábado, los protestantes, Hindúes, Budistas, y mucho más, el Buen Pastor tiene sus ovejas esparcidas por todo el mundo. Todos los que son verdaderamente de él están escuchando y respondiendo al llamado a salir de Babilonia. (Apocalipsis 18.4).

     Ahora la invitación llega hasta usted. ¿Cómo usted responderá? ¿Aceptará usted el llamado de misericordia, escogiendo “desechar todo como perdida, por la excelencia del conocimiento de Cristo Yahushua” Nuestro Señor y Salvador? (Fil 3.8) Hay tiempo para estudiar y crecer en la verdad, pero no lo hay para la vacilación y la decisión titubeante. Inmediatamente después del llamado que se es dado para el tiempo final por el cuarto ángel en Apocalipsis 18, los juicios para todos los que permanezcan en Babilonia se verterán de inmediato. Este será un tiempo tan angustioso “el cual nunca ha habido desde que hubo nación, ni lo habrá”. Sin embargo, “En aquel tiempo se levantará Miguel,  el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo;  y será tiempo de angustia,  cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces;  pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo,  todos los que se hallen escritos en el libro.

     Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,  unos para vida eterna,  y otros para vergüenza y confusión perpetua.” Dan 12.1-2

     Después de mostrar el triunfo del Reino de los Cielos sobre el reino del dios escondido, Lucifer, Cristo deja un último mensaje a Su Pueblo. Las reconfortantes pero urgentes palabras son para usted:

¡He aquí,  vengo pronto!  Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.  He aquí yo vengo pronto,  y mi galardón conmigo,  para recompensar a cada uno según sea su obra.  Yo soy el Alfa y la Omega,  el principio y el fin,  el primero y el último.  El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén;  sí,  ven,  Señor Yahushua. La gracia de nuestro Señor Yahushua sea con todos vosotros.  Amén. Revelaciones 22:7, 12-14, 20


Armagedón (Video)