La historia del Éxodo contiene una llave que desatasca el misterio calendarial del Creador. La restauración de Su Ley divina, forzosamente, tuvo que ser precedida por Sus oráculos temporales calendariales. Es aquí donde el Señor Yahuwah anuncia a Moisés cuando el Año Nuevo empezó, y cuando el mes empezó, al hablarle en Nueva Luna.
La lección del maná fue ordenada por el Padre Celestial para enseñar, más que cómo localizar, el Shabbat. Enseña que cada nuevo día empieza al amanecer en vez de al atardecer. Además, ilustra la diferencia entre un día y una fecha plena calendarial. Todas éstas unidades de tiempo fueron ilustradas para que Él pudiese probar su fidelidad a El.